viernes, agosto 12, 2005

Las pelusas y yo

Como complemento a mi final de vacaciones he tenido que afrontar uno de los peores momentos en la vida del hombre, algo que sólo los más fuertes son capaces de aguantar, algo que sólo de pensarlo te pone el vello de punta, algo que aunque lo intentas retrasar todo lo posible al final llega. Y es que después de las merecidas vacaciones lejos del domicilio habitual llega el momento de la verdad, llega el momento de limpiar el piso.
Seguro que a alguno se le ha acelerado el pulso sólo de leerlo, pero hay que ser valientes y afrontar el destino. Asi que un día, observando que tienes que volver a vivir en el piso después del mes de vacaciones, te armas de valor y decides limpiarlo.

Con la excusa de comprar los diferentes productos de limpieza que te acompañarán en esta nueva aventura evitas el fatal desenlace por un par de horas. Llegas sudando, con las bolsas cargadas y con las piernas temblando ante lo que se avecina.

No voy a explicar toda la batalla campal que se desarrolla en un día de limpieza, me voy a centrar en un enemigo común en este tipo de escaramuzas. Ese que se esconde debajo de nuestras camas y en los rincones más ocultos de nuestras casas. Si amigos, os hablo de las pelusas.

Las pelusas son unos enemigos muy dificiles de combatir. Aparecen en pequeños grupos aislados de reconocimiento. A estos grupitos prácticamente no les haces ni caso, debido a su reducido número. Pero en unos días y después de comprobar que el terreno es apto para conquistarlo empiezan a aparecer grandes colonias de pelusas.

El centro de operaciones de este enemigo es nuestra cama. Debajo de ella montan su infraestructura principal. Al principio te hace gracia verlas allí, incluso presumes de ellas delante de tus amigos. Pero ellas siguen con su plan napoleónico y te van invadiendo poco a poco. Lanzan pequeños grupos de exploradores a diferentes objetivos de la casa. Principalmente establecen grupos debajo de estanterias metálicas y muebles. Para cuando te quieres dar cuenta te han invadido prácticamente todo.

Cuando te empiezas a asustar es con la prueba del calcetin es positiva. Esta prueba consiste en dejar un calcetin debajo de la cama, si este desaparece al día siguiente quiere decir que estás invadido completamente. Es el momento de actuar.

Normalmente y salvo casos excepcionales (o no tanto) puedes evitar estas invasiones durante el año. Pero después de un mes fuera de tu piso, cuando llegas te encuentras con una invasión en toda regla. Una de las ofensivas más efectivas pero a la vez más peligrosa es una desarrollada durante mis años de estudiante. La estrategia básicamente consite en hacerte amigo de ellas, con el fin de congregarlas a todas juntas ante ti. Y una vez que esa manta pelusiana, se muestra ante ti, con un movimiento hábil y preciso prendes fuego con un mechero. Lo que sigue a continuación es impresionante, en cuestion de segundos desaparecen todas tus enemigas. Pero claro, en un suelo de parquet no es muy recomendable realizar esto, jeje.

En fin, visto que no podia utilizar la ofensiva, no tuve más remedio que recurrir a la vieja escuela. Armado de una escoba y un recogedor me dirigí hacia mi destino. Al principio todo iba bien e iba elimiando enemigos a buen ritmo, pero pronto empezaron a contraatacar. Se encaramaron a la escoba y por momentos temí por su integridad. Tuve que actuar con mis propias manos e ir arrandando de ella a numerosos enemigos.

Por fin, después de bastantes minutos de lucha sangrienta, después de remover todos los muebles habidos y por haber conseguí vencer a mi enemigo. Ha sido una gran victoria, pero sólo he ganado una batalla de una guerra interminable.

Para mi nuevo piso ya he tomado medidas para intentar evitar estos enemigos. La primera ha sido inutilizar su centro de operaciones. ¿Cómo?, pues comprando un canapé, imposibilitando que puedan establecerlo debajo de mi cama, jeje. Pero este enemigo es muy listo y seguro que encuentra otra ubicación. Además antes tendré que enfrentarme a la limpieza del piso después de que terminen los albañiles, pero eso será otra historia...

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya chorradas que cuentas, tienes que contar como te pones brutote con las niñas del parque, el pedo que te has pillado, pero empezar un nuevo blog con un día de limpieza...... ufff, no puedo terminar de leerlo.... que me dan remordimientos y me tendre que ir a hacer la mia......

Rabanero dijo...

Eres un criminal. A las pelusas no se las elimina. Hay que ponerles nombres cariñosos -a la mía más grande la llamo Sparky, y tiene hasta bebedero- y amaestrarlas. Las mías son muy juguetonas y me persiguen por el pasillo.

A las más listas les doy de comer mocos. Es el cat chow que más les pone, como a Melendi el chocolate.

No mates a las pelusas: ellas nunca lo harían.

anilmanchego dijo...

estoy con el rabanero,
Debes acostumbrarte a vivir con ellas.

He compuesto una poesia sobre la marcha:

Ella me recoge cuando caigo de borrachera
Ella me cuida cuando piso descalzo
Ella me quiere, ella es: la pelusa.

No lo olvides, son buenas, sino, ¿por que crees que a Maradona le llamaron el "pelusa"?, si no fuera bueno lo habrían llamado el mierda o algo asi.

Unknown dijo...

A ver, después de recibir cientos de e-mails de www.pelusassinfronteras.com quiero comentar que todas las pelusas que han aparecido en este blog no han sido eliminadas, simplemente han sido repatriadas a sus respectivos paises

Anónimo dijo...

Pues que quieres que te diga, yo soy un enemigo fatal de las pelusas, supongo que como todos. En mi casa, el sitio estratégico que tienen es detrás del pc, entre los cables. Algunas veces las cojo con las manos, otras veces...hasta desmonto el pc y todo. No puedo soportarlo.

Rabanero dijo...

Las pelusas se te deben haber muerto ya de viejas... ¡Actualiza el blog!

anilmanchego dijo...

creo que wampanas ha sido atrapado a lo gulliver por un monton de pelusas enfurecidas

Anónimo dijo...

si quieres recojo a las que me sobran (pelusas), te las doy, y se las presentas a las tuyas.

anilmanchego dijo...

¿sabias que puede haber pelusas de distintas nacionalidades y colores?

Anónimo dijo...

A maradona le llamaban "el pelusa". Tendrá algo que ver?